miércoles, agosto 03, 2005

 


Que tan lejos puedo estar que aun te siento.
Te tengo en mis manos, y giras entre los dedos
Como jugueteando entre los tablones de tu prisión.
Ahí donde me dio por encerrarte,
Y para resguardarte te puse un nombre nuevo.
Uno solo para mí, y te arrebate los miedos.
te di la forma que tienes ahora,
Será mientras la luz opaque tu sola figura.
A la cual me aferro mi niña de cera.
De labores diurnas y nocturnas.
Con tus formas de mujer hermosa.
Así como te soñé, así como un día te vi en la bruma.
Que tan lejos puedo estar, que aun me quemas.


Sereno.


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